Llegando a las murallas de Mordheim
Informe de batalla: Casa propia 26/01/2018
Tipo: 1v1
Escenario: 3 – “A la busca de Piedra Bruja”
Jugadores: Emilio (Pellejudos Skaven), Alberto (Piñoz y piñaz, Orcos)
Victoria: Piñoz y Piñaz de Alberto (Orcos)
Crónica por: Emilio A.
Las murallas de Mordheim ya aparecían ante los aventureros orcos y skavens, las largo tiempo abandonadas granjas que rodeaban la ciudad eran lo único que se interponía entre las riquezas y los guerreros, pero los skavens dirigidos por Freddy Chew compartían con los orcos comandados por Zurzag la misma ruta y tuvieron que dirimir con las armas quien sería el primero que saquearía las arruinadas granjas de Mordheim.
Avanzando con precaución los orcos de Piñoz y Piñaz tomaron posiciones de disparo mientras los skavens avanzaban de roca a roca, de verja a verja, rebuscando y olisqueando entre los escombros cualquier trozo de piedra bruja, cualquier arma abandonada que pudieran encontrar. El enfrentamiento era inevitable.
En el centro de la plaza rodeada por granjas quemadas aún humeaban los restos de lo que parecía la quema de una bruja, orcos y skavens aún no sabían que ese era uno de los entretenimientos típicos de los actuales habitantes de Mordheim, pero sobre el pilar del suplicio se veía brillar lo que cualquiera interpretaría como algo de valor: El primer trozo de piedra bruja para una banda u otra.
Superando su animosidad natural, el primer contacto con el enemigo se convirtió en el primer disparo. “¡Maeztro, loz veo!” Había empezado la contienda.
Una vez los skavens divisaron la piedra bruja en el pilar mandaron a un voluntario reticente a recogerla mientras los valientes héroes rodeaban con prudencia skaven los edificios próximos, encontrando un segundo fragmento que rápidamente mandaron a retaguardia. Los Piñoz y Piñaz lanzaron una lluvia de flechas sobre el “voluntario” que sobrevivió milagrosamente, pero Freddy decidió mandar otro “voluntario” por si el primero no era suficiente. El líder orco, Zurzag, corrió a interceptar heroicamente al grupo skaven que rodeaba la plaza mientras los cuidadores de garrapatos azuzaban sus bestias para sembrar la destrucción y echarse unas risas.
La valentía de Freddy Chew, heróico y experimentado líder Skaven no tenía límites y corrió contra sus enemigos detrás de una pantalla de sus más prescindibles nietos y sobrinos.
Una risita de orgullo apareció bajo los bigotes de su anciano y senil padre, el anciano hechicero Tor Cuato Chew, que como aún más experimentado skaven dirigía el avance por la retaguardia. Mientras tanto los cuidadores goblins opinaban que sus obligaciones de niñera no estaban suficientemente pagadas y soltaron las cadenas “voluntariamente” (más tarde nuestro cronista averiguó que los goblins apenas tenían fuerza para resistir los tirones de esas bestias fungosas).
En un abrir y cerrar de ojos comenzó un pandemonio de golpes, disparos y sonidos de deglutir de garrapato cavernícola y la sangre corrió regando los secos campos abandonados.
La primera sangre surgió del imprudente skaven que intentó llevarse la piedra bruja del pilar central, derribado por un certero disparo de un goblin. Freddy Chew intentó eliminar a los tiradores cubiertos tras la verja, pero el poderoso Orco Grandote “Buenchapuza” se interpuso en su camino. Los garrapatos empezaron a llenarse los estómagos con carne de voluntario mientras muchas hondas eran descargadas en vano contra sus duros pellejos.
Cuando el líder orco Zurzag estaba a punto de cargar contra la escuadra dirigida por el anciano Tor Cuato Chew éste ingirió una bolita de piedra bruja e invocó a la rata cornuda que le otorgó el don de transformarse en una inmensa y poderosa rata que ignorando obstáculos y enemigos se lanzó contra el chamán orco que le disparó sus rayos zapp intentando detenerlo en vano y empezaron a golpearse con sus báculos en un artrítico, lento y mágico duelo senil que venció Tor Cuato Chew al despistarse Chamán orco, el Maeztro Aztilla por culpa del lumbago, para ser vengado de inmediato por el orco Zaza-Miza, quedando ambos hechiceros en el suelo compitiendo entre ellos a ver quién se quejaba más alto.
Entonces el primogénito de Freddy Chew, Rick Chew, saltó con su gracia y habilidad naturales sobre el pilar, tomó la piedra bruja, sacó su lengua y se burló de Zaza-Miza, el enorme orco que intentaba trepar por el otro lado del pilar y se dispuso a saltar con su gracia y precisión habitual. Quién iba a decir que llevaría un cordón de su bota desatado, quién iba a decir que se mordería su propia lengua al caer de boca del pilar de apenas dos metros ante la rechifla de los pieles verdes que asistían al espectáculo. La piedra rebotó y quedó libre y todos se abalanzaron a recogerla del suelo cual balón de Blood Bowl en mitad del campo.
Los desagradecidos nietos con sus hondas y sus porras controlaron a duras penas a los salvajes garrapatos quedando dos de ellos malheridos, pero el Clan Chew abunda en nietos desagradecidos y prescindibles así que aún quedó uno que tomó la piedra y corrió sin mirar atrás hacia la retaguardia al más puro estilo skaven mientras los líderes skaven y orco despachaban a diestro a siniestro los secuaces de sus enemigos, y orcos grandotes y acechantes nocturnos combatían y se derribaban alegremente.
Mientras toda esta violencia sin sentido tenía lugar, Pequeñajo, el goblin que había desatendido a los garrapatos Morkete y Tontiko, descontrolados por la plazoleta, tomó el tercer fragmento de piedra bruja que nadie había notado aún y se arrastró oculto de sombra en sombra sin que los enemigos que le rodeaban lo notaran y huyó riendo locamente abrazado a su botín.
Aquí puedes ver las hojas de banda de Piñoz y Piñaz y Pellejudos
2 respuestas a «Informe de batalla: Turno 1 “Llegando a las murallas de Mordheim”»
Necesitais urgentemente más escenografía. Mucho campo abierto y pocas callejuelas, recobecos, pasos elevados y multinivel en general.
Gran informe de batalla.
¡Muchas gracias por el comentario! Sí, desde luego que la escenografía es clave en Mordheim. ¡Próximamente más!