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Informe de batalla: Turno 2 “El príncipe perdido”

Informe de batalla
GtsNorte 17/02/2018
Tipo: 1v1v1
Escenario: 13 – “El príncipe perdido”
Jugadores: Emilio (Pellejudos Skaven), Edu (Osos de Nicolai – Kislevitas) y Alberto (Piñoz y Piñaz – Orcos).
Victoria: Pellejudos Skaven.
Crónica por: Eduardo.

Cantan los juglares sobre aventuras románticas en una dorada ciudad. Cantan los juglares historias de valientes guerreros y temibles monstruos. Cantan los juglares sobre oro y gloria.

La niebla estrangulaba el palacio desde hacía más de una semana. Siegbald Reichenbach aprovechó la baja visibilidad para subirse en su montura y huir. Los artistas ambulantes habían traído historias a sus tierras sobre un nuevo y excitante lugar. Una ciudad, donde los más fieros guerreros luchaban encarnizadamente contra abominables seres. Hablaban sobre cantidades inimaginables de oro y joyas, capaces de apaciguar la avaricia del más ambicioso. Pero Siegbald buscaba algo más, buscaba hacerse un nombre. Ser respetado no por el oro de su pudiente familia, si no por sus hazañas en combate. Practicaba todos los días con su maestro de esgrima. Con dieciocho años recién cumplidos se sentía más fuerte que nunca. Era el momento adecuado para unirse a una de aquellas bandas de valientes guerreros, que se adentraban en la ciudad que los juglares llamaban Mordheim.

Siegbald paró en la mitad del puente y observó las tranquilas aguas del río que atravesaban la ciudad. Un fuerte olor a lodo y podredumbre le obligó a taparse la nariz. Mordheim no le había impresionado. Esperaba encontrar una ciudad cargada de oro y sin embargo había encontrado un lugar en ruinas. El ruido de pasos y voces le sacó de su ensimismamiento. No sabía localizar de donde venían exactamente, pero parecían llegar desde dos lugares diferentes. Tenía la sensación de que le estaban rodeando pero no podía ver nada.

Situado en la mitad del puente, vio como un grupo de guerreros kislevitas acompañados de un enorme oso se digirían a toda velocidad hacia él. Dos de los fornidos guerreros se subieron a los restos de un antiguo edificio y sacaron su arcabuz y ballesta. Siegbald no podía creerlo. Lo único que quería era unirse a una banda y estos parecía tener otras intenciones.

mordheim kislevitas

Desde más allá del río, escuchó voces y gruñidos de orcos y goblins, que no dejaban de discutir entre si, mientras uno de ellos corría tras un garrapato desbocado. Estos se movieron desde el otro margen del río, dispuestos a cruzar un puente paralelo. Eran más horribles de lo que jamás se hubiera podido imaginar.

mordheim orcos

Ninguna de aquellas dos bandas se parecía a los valientes guerreros de los que tanto había oído hablar.  Parecían lo suficientemente peligrosas como para huir de ellas. Y fue en ese momento cuando vio la figura encapuchada que le esperaba al otro lado del río. Esta le hizo gestos para que se acercase hasta él. Siegbald sin dudarlo, corrió hacia la figura, huyendo de kislevitas y orcos. Cuando estaba a poco menos de un metro de él, se dio cuenta de que los ojos de aquel ser eran de color rojo y brillaban en lo más profundo de su capucha. Un gruñido precedió a la figura de un roedor. El skaven rió sonoramente y agarró a Siegbald con una mano, mientras le ponía un cuchillo en el cuello con la otra. Atrás quedaban los cuentos nobles caballeros y oro para dar lugar a una fría y lúgubre ciudad llena de asesinos y gente despiadada.

el principe perdido mordheim

Los kislevitas no dudaron en cruzar el río  para llegar hasta Siegbald, pero estos fueron parados en seco por tres ratas gigantes. Una de ellas, contuvo con gran valor al enorme oso amaestrado de los mercenarios. Desde el otro lado, los compañeros skaven, disparaban con sus hondas a los kislevitas atrapados en mitad del puente. Tras una larga lucha, finalmente las ratas cayeron, no sin antes que una de las jovenzuelas kislevitas muriera víctima del impacto producido por una honda.

orcos y kislevitas mordheim

Los orcos consiguieron entrar desde el lado sur del río, pero también fueron parados en seco por tres guerreros skaven. Una última flecha intentó acabar con la vida de Siegbald, en un esfuerzo orco por conseguir que los skaven no raptasen al príncipe perdido. La flecha pasó de cerca a Siegbald y su captor, pero terminó hundida en las profundidades del río, tal y como los sueños de hazañas y gloria de Siegbald.

goblin mordheim

Una respuesta a «Informe de batalla: Turno 2 “El príncipe perdido”»

Rick II Chew era un skaven inteligente, guapo y astuto. Entonces ¿Por qué estaba ahí a apenas a dos metros de un enorme oso blanco que venía corriendo a destrozarle? Rick II Chew era rápido, habil y sibilino. ¿Entonces por qué tenía que tirar del brazo a esa cosa humana que su padre el asesino Freddy Chew le había ordenado capturar? Las flechas y virotes silbaban a su alrededor mientras arrastraba al prisionero. El oso rugía, los humanos gritaban, los orcos bramaban y todos iban a por él mientras el resto de su familia seguían a cubierto y lanzando risitas satisfechas. “¡Corre, corre, maldita sea tu cola!” Ya estaba corriendo. Corriendo como nunca en su vida. Sólo un par de ratas gigantes le separaban del oso y sus furiosos cuidadores humanos. Sólo otro par de ratas le separaban de un inmenso orco con dos hachas gigantes que venía como un ariete a por él. Rick se mordió la cola, expelió el almizcle del miedo y tiró del valioso prisionero con todas sus fuerzas intentando salir del puente y llegar a la seguridad de los edificios en ruinas donde le esperaban a salvo sus hermanos. Cuando llegó miró a su lider y padre lleno de orgullo y sonrisa y el gran asesino Freddy Chew le hizo pat pat en la cabeza. “Muy, muy bien, Roy, buen chico”. “Me llamo Rick”. “Como sea, que más da”. Freddy se volteó y dejando inconsciente al prisionero de un golpe en la sien lo envolvió en su capa y echándoselo al hombro se lo llevó como un fardo. El Clan Chew había vuelto a triunfar y su valiosa carga reportaría grandes beneficios cuando le entregaran en los túneles del Imperio Subterráneo. Rick II casi sentía un poco de pena por el prisionero, casi. Pero agitó su cola con remilgos orgulloso de haber cumplido bien su arriesgada misión aunque… Se preguntaba por qué había sido él el elegido para salir al puente y no otro de sus hermanos… ¿Era el más prescindible de su camada? ¿Tendría que ser él siempre el que se arriesgase mientras sus hermanos se ocultaban detrás lanzando risitas? Rick II prometió que eso no iba a volver a pasar.

RESUMEN 3ª PARTIDA PELLEJUDOS SKAVEN:
Eustakia de Kislev. Muerta.
1 rata gigante. Muerta.
RECOMPENSAS SKAVEN:
13 co.
2 espadas.
1 casco.
1 gema de 10 co.
4 fragmentos de piedra bruja que son 55 co. (con 5 treses: 4×15 co.= 60 co en una joyería)
TOTAL: 13+10+60+55= 138 co., 2 espadas y 1 casco de recompensa.
Lider skaven gana 1 habilidad.
Hechicero gana +1 Liderazgo.
Acechante nocturno “Roy” gana +1 Liderazgo.
Corredor de alcantarillas Deckard gana +1 Habilidad de armas.

RECOMPENSAS ORCOS:
3 fragmentos de piedra bruja. (xa 8 miembros=65 co.)
1 daga y una espada enjoyadas (14 co.)
Líder orco gana una habilidad.
Orco Zazamiza gana +1 Fuerza.
Orco Buenchapuza gana una habilidad.
Secuaces orcos ganan +1 Liderazgo.

RECOMPENSAS KISLEV:
4 fragmentos de piedra bruja = 70 co.
8 co. en un carro volcado.
Dima gana 1 hab.
Ivana gana 1 hab.
Arcabucero gana +1 HP.
Guerreros ganan +1 Iniciativa.

Los Seguidores de la Rata Cornuda ruegan 20 segundos de silencio por el Alma de la Rata Gigante que falleció heróicamente luchando con un oso al que tumbó 2 veces aunque no pudo herir.

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